Con un temblor de cruces
entraste a mi habitación
dormida, tu voz sonó entera
y bella.
Mi alma quedó intranquila
en el riachuelo de sueños
Si un centelleo inocente
trasluce mi ventana
el espejo sigue el reflejo
pienso que me llama
Fue realidad estuviste
en mi habitación dormida...
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